El Laboratorio de Análisis de Residuos y Trazas (LAnaRT) se encarga del control y certificación de calidad: desde los transformadores de EJESA hasta el agua potable que beben todos los jujeños.
¿Cómo sabemos que el agua que bebemos día a día es apta para el consumo? ¿Quién se encarga del control? ¿De qué manera se certifica su perfecto estado? Esas y otras tantas preguntas podríamos hacernos con respecto a cada uno de los productos que consumimos.
Para los bienes y servicios a disposición del consumo existen normas y certificaciones que aseguran estándares de calidad óptimos. Para alcanzarlos debe existir un análisis para comprobarlo o no, en su defecto. En Jujuy, de la mano de la Universidad Nacional existe un instituto encargado de tareas de estas características: el Laboratorio de Análisis de Residuos y Trazas, un instituto de investigaciones y prestación de servicios.
“Nació como un laboratorio de cromatografía y espectrometría de masas en el año 1997. Con un convenio que se hizo entre la Facultad de Ingeniería y la empresa Aguas de los Andes [NdR: actualmente denominada Agua Potable de Jujuy S.E.] para hacer control de calidad del agua. Empezó a crecer porque se hacían los servicios de calidad de Aguas de los Andes, pero se hacía control de calidad de otras muestras, otros insumos que se necesitaran. Y lo que más se empezó a controlar es el tabaco de exportación y los transformadores eléctricos”, explicó la ingeniera Cecilia Heit, directora de LAnaRT.
Así comenzaron a controlar los transformadores eléctricos de EJESA en toda la provincia para analizar si contenían PCB. Se trata de los bifenilos policlorados (PCBs). Unos compuestos químicos formados por cloro, carbono e hidrógeno, que pueden generar contaminación del medioambiente y son peligrosos para la salud humana.
Fue a principios de los años 2000 que se comenzó a hablar de sus posibles riesgos para la salud en los medios de comunicación. Por ese entonces, “se controlaron los transformadores de toda la provincia. Se logró que se descontaminara toda la provincia con los PCB que había y la provincia de Jujuy se declaró libre de PCB en el 2008”, detalló la ingeniera Heit, con respecto a la labor desarrollada por aquellos años.
Todos estos trabajos permitieron el crecimiento del LAnaRT que se tradujo en la compra de más equipamiento para el laboratorio, que hacia 2013 finalizó la sociedad con Aguas de los Andes en muy buenos términos.